¿Por que no pierdo grasa?
Cuando hablamos de la dificultad para perder peso, lo asociamos inmediatamente con alimentarse mal y no hacer ejercicio; la realidad es que estos no son los únicos factores, hay otros hábitos que influyen de manera significativa y desafortunadamente pasan desapercibidos.
- No descansar lo suficiente: la falta de un sueño reparador crea un ambiente propicio en tu cuerpo para acumular grasa, ya que aumenta los niveles de insulina, ralentiza el metabolismo y eleva los niveles de cortisol, lo que aumenta la ansiedad, el estrés y el apetito.
Dormir no es lo mismo que tener un sueño reparador, para que el sueño sea de la mejor calidad te sugerimos dormir al menos 7 horas, apagar la televisión y cualquier elemento distractor, y tener una habitación oscura para que tu cuerpo realmente descanse.
- Comer con frecuencia en restaurantes: ten en cuenta que aunque sea comida “saludable” y preparada a la plancha, los alimentos en los restaurantes suelen contener una mayor cantidad de grasas y sal en su preparación.
- Tener tentaciones cerca: todo comienza en el cerebro, este responde a los estímulos que le presentas; por lo tanto, tener tentaciones en despensa o en tu lugar de trabajo ¡hará que las consumas!
Esto también incluye seguir cuentas en redes sociales y ver programas relacionados con comida, ya que estimulan en exceso tu apetito. Si realmente quieres disminuir tu ansiedad, toma decisiones inteligentes respecto a ellos y reduce su presencia.
- Alimentos “light”: debemos ser inteligentes al comprar este tipo de productos que dicen tener 0 azúcar, 0 grasa, sin grasas, etc., ya que a menudo es una estrategia de marketing; generalmente, cuando a un producto se le reduce la grasa, se le añade más azúcar para conservar el sabor. Por lo tanto, sugerimos investigar y aprender a leer las etiquetas de los productos.
- Dietas extremas: debes saber que no existe un plan alimenticio que funcione para todas las personas, ya que los organismos son únicos y tienen necesidades nutricionales diferentes. Tu alimentación debe adaptarse a tu organismo. Por ejemplo, las dietas extremas de 500 o 1000 calorías al día, o la eliminación total de carbohidratos, entre otras, hacen que tu metabolismo se vuelva más lento, tu cuerpo entre en un estado de ansiedad que evita que quemes calorías y acumulas grasa.
- No tener en cuenta las calorías de las bebidas: es un error no considerar las calorías que consumes en jugos y refrescos, ya que por lo general los que vienen en botella contienen una gran cantidad de azúcar.
- Comer rápido: está comprobado que la sensación de saciedad de los alimentos tarda aproximadamente 20 minutos en ser asimilada por el cerebro. Cuando comas, concéntrate únicamente en esta actividad, evita distracciones como la televisión, computadoras y demás. Mastica despacio, de esta manera tu organismo asimilará mejor los alimentos y te sentirás saciado, evitando comer en exceso.